miércoles, 23 de noviembre de 2011

El Autoempleo



La iniciativa emprendedora es una de las principales fuentes de desarrollo económico y social. Con una tasa de paro descontrolada, fruto de la crisis del sistema financiero y del estallido de la burbuja inmobiliaria, España necesita de forma urgente encontrar la manera de crear nuevas empresas.
La Comisión Europea define la iniciativa emprendedora como la propensión a inducir cambios en uno mismo, la capacidad de aceptar y apoyar la innovación provocada por factores externos, de dar la bienvenida al cambio, de asumir la responsabilidad por las propias acciones (sean positivas o negativas), de terminar lo que se empieza, de saber en qué dirección se está yendo, de establecer objetivos y cumplirlos, y de tener la motivación necesaria para el éxito.
El porcentaje de emprendedores en España es bajo y tiende a disminuir. Uno de los indicadores mas relevantes a la hora de medir la actividad emprendedora es la tasa de actividad emprendedora total (TEA, Total Entrepreneurial Activity), dato que proporciona periódicamente el Observatorio Global Entrepreneurship Monitor (GEM), y que representa el porcentaje de población activa embarcado en un proyecto empresarial con menos de tres años y medio de vida. Según Informe GEM España de 2010, durante ese año se registró un nuevo descenso del TEA, que se situó en el 4,3%, su nivel más bajo de la serie histórica, tras reducirse 0,8 puntos porcentuales en comparación con 2009.

 Fuente: Observatorio Global Entrepreneurship Monitor (GEM)

Nuestro país presenta una escasa cultura emprendedora, fruto de diferentes aspectos sociales y antropológicos. Cada vez son más los jóvenes que prefieren un empleo por cuenta ajena a los que ven en emprender una opción de futuro. La clave para entenderlo está en los valores inculcados, los jóvenes prefieren la estabilidad y los ingresos fijos que puede llegar a proporcionarles un trabajo por cuenta ajena, frente a otros valores como la independencia, la libertad de horario, o las perspectiva de mayores ingresos que puede llegar a  proporcionarles ser dueños de un negocio. No es por tanto de extrañar, que la gran mayoría de los jóvenes ansíen como meta el trabajar en una gran empresa o ser funcionario del estado.
Estas aspiraciones de la mayoría distan mucho de la realidad existente en el mercado laboral, donde el 90% del empleo lo generan empresas pequeñas con menos de 10 asalariados.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE)

 
El principal motivo por el que la gente emprende es la necesidad y no la vocación. El miedo al fracaso sigue siendo el gran freno del emprendimiento en nuestro país. La sociedad estigmatiza al emprendedor que fracasa, haciéndole muy difícil que vuelva a intentarlo. Seguro que os suenan las frases: “lo mejor es un trabajo para toda la vida”, ”Arriesgarse a montar un negocio es para el que no consigue un trabajo” y sobre todo el siempre temido ”ya te lo decía yo” muy utilizado cuando las cosas no salen bien.
Ante la sociedad no hay segundas oportunidades, si fracasas eres un fracasado para toda la vida. Esto no ocurre en otros países, donde fracasar se considera parte del aprendizaje de emprender, y un paso natural que se debe dar para poder llegar a alcanzar el éxito. Y es cierto, si observamos la trayectoria de cualquier gran empresario, seguro que al empezar tuvo algún fracaso, pero es que la mejor forma de aprender es equivocándose.
En nuestra sociedad tendemos a encumbrar a los especuladores que buscan el pelotazo rápido, y se suele mirar con cierta simpatía e incluso envidia al espabilado que defrauda, mientras que, al emprendedor responsable se le trata con cierto desdén.
Los medios de comunicación tampoco ayudan a mejorar la imagen de los emprendedores, no dedicando suficiente atención a las iniciativas emprendedoras que puedan motivar y servir de ejemplo de buenas practicas.
La empresa actual tiende a externalizar o subcontratar parte se sus servicios, por eso, cada vez más, se demandan trabajadores independientes, cualificados, polivalentes, en formación permanente, que se sientan cómodos trabajando por proyectos y que sepan trabajar en red. Tenemos que ser conscientes de esa realidad y prepararnos para ello.
Debemos, entre todos, fomentar la cultura del trabajo y del esfuerzo, admirar al que es capaz de arriesgarse por alcanzar sus sueños, y al que gracias a su esfuerzo y perseverancia lo consigue.
Al margen de las habilidades y capacidades innatas que presente la persona, la iniciativa emprendedora es una disciplina que puede aprenderse, como bien dijo Steve Jobs “Stay hungry, Stay foolish” Sed ambiciosos, no os conforméis, intentad siempre superaros, ofreced algo más, y manteneros siempre con una actitud inquieta que os permita percibir las necesidades presentes y futuras de la sociedad. Poned todo vuestra ilusión y esfuerzo en cada proyecto que emprendáis, y si no sale bien, analiza los motivos e inténtalo de nuevo. ¡Ahí está la clave del éxito!
Os enlazo con un video que expresa bien lo que quiero decir pincha aquí

Porcentaje de la población que está emprendiendo en España:

6 comentarios:

  1. Desde luego, en este contexto de crisis la gente recurre más al autoempleo dada la dificultad (o imposibilidad) de encontrar una salida como asalariado. Previamente a establecer en tiempo y forma el negocio sería necesario analizar la cantidad y calidad de los competidores. Si son elevadas, la necesidad de innovar es imprescindible. Hay que saber diferenciarse para que el mercado no nos coma y es una de las cosas más complicadas del inicio.

    Un saludo :)

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  2. Exactamente Raúl, la planificación a la hora de emprender cualquier proyecto empresarial es fundamental, antes de iniciar la actividad seria conveniente realizar un plan de empresa para comprobar la viabilidad económica y financiera del proyecto, y por supuesto, realizar un estudio de mercado en donde analicemos la futura competencia ,y que nos ayude a realizar la segmentación de mercado correspondiente. Lo que esta claro es que la clave esta en la diferenciación de nuestros productos o servicios, ofrecer algo mas!. La innovación es fundamental para el mantenimiento de la empresa, desarrollar nuevas estrategias, mejores productos. Debemos estar siempre preparados para adaptarnos a los constantes cambios de nuestro entorno (movimientos de la competencia, preferencias del consumidor…). Pero la innovación no es algo que nos deba asustar, no solo se innova con mejoras tecnológicas, muchas veces se puede hacer con cosas tan sencillas como mejorando el trato al cliente o negociando mejor con el proveedor. Muchas gracias por tu comentario tan acertado, en próximas entradas seguiremos profundizando en el tema.
    Un saludo ;)

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  3. Conoces las metodologías multicriterio de decisión multiple de alternativas (ej AHP). Si es así.. necesito un cable... xD Un saludo

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  4. Conozco un poco el tema, estos métodos sirven para evaluar y hallar las soluciones mas adecuadas para cumplir con los objetivos de la empresa. El AHP es uno de los más usados y trata de construir un modelo jerárquico de los problemas en base a tres niveles: Objetivos, criterio y alternativas.
    Un saludo.

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  5. Muy bueno tu artículo y el análisis antropológico/sociológico que haces. "Me lo quedo"

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